Cambiar la bañera por una ducha es una actividad muy demandada, ya que las duchas son más pequeñas y permiten la optimización de los espacios, además, consumen menos agua y son mucho más seguras para entrar y salir de ellas, sobre todo para los niños y las personas mayores.
Si bien es cierto que hasta no hace mucho tiempo las bañeras eran consideradas un elemento esencial dentro de un cuarto de baño, el mercado inmobiliario y las nuevas tendencias en el diseño de interiores, han evolucionado para darle prioridad a las duchas tradicionales pero con un toque de innovación.
Cambiar una bañera por una ducha no es una tarea sencilla, y se requiere de cierto conocimiento técnico para ejecutarla eficientemente, por esta razón, es recomendable consultar con un profesional experto en el área para que pueda asesorarte si es que deseas hacer esta actividad por ti mismo.
Adicionalmente debes tener a mano una serie de materiales y herramientas que te serán de gran utilidad cuando realices esta labor, a continuación te mencionaremos alguna de ellas:
Cuando nuestro equipo de expertos cambia la bañera por una ducha resulta oportuno seleccionar un plato de ducha que tenga unas dimensiones similares a la antigua bañera, de esta forma aprovecharemos el mismo espacio y la distribución existente. En general, es difícil encontrar un plato de ducha que tenga exactamente las mismas dimensiones de la bañera a sustituir, pero si lo logramos, nos ahorraríamos tiempo y dinero, ya que la nueva ducha cubriría la huella de la vieja bañera.
Antes de proceder con cualquier trabajo, debemos asegurarnos de cortar el suministro de agua utilizando para ello la llave de paso principal, luego de esto podemos empezar a remover el revestimiento que rodea la bañera utilizando un cincel y un martillo. Ten en cuenta que casi siempre es necesario eliminar por completo la superficie de la pared donde se encuentra adosada la bañera, ya que la remoción de los azulejos no se puede realizar con mucha precisión.
Después de retirar el revestimiento es hora de eliminar las conexiones de la plomería, es decir, el desagüe, la grifería y las tuberías, para finalmente levantar la bañera completamente de su base. En este punto resulta conveniente hacer las mediciones correspondientes para colocar el nuevo desagüe de la ducha, así como la nueva grifería que será instalada.
Una vez
desmontada la bañera debemos revisar la superficie donde estaba instalada y de esta forma verificar las condiciones en la que se encuentra, de esta forma, si observamos alguna irregularidad tenemos que proceder a su reparación. Seguidamente podremos instalar el nuevo plato de ducha, tomando las precauciones y las indicaciones del fabricante. Por último colocaremos la grifería, el cabezal de ducha, así como la mampara seleccionada.
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